Regresando un poco al pasado, este dibujo fue una de mis primeras experiencias con una serie de lápices de distintos grados y un difuminio que había construido con rollitos de papel. Suele pasarme que a mediados del dibujo mi detallismo se gasta (tiene batería de poca duración =b) y el resto queda en un simple garabato.. En este caso, el mamarracho quedo en un árbol y en la galería donde la protagonista reposaba. Para evitar disgustos, lo recorté de la imagen:
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